Por qué Cali nos aventaja en materia salsera
Análisis sobre la salsa y la música africana, de cara a la Feria de Cali.
Por Gilberto Marenco Better
Una de las grandes controversias que se dan en nuestro patio es que en Barranquilla somos más salseros que en Cali, cuando las evidencias históricas y documentadas, demuestran los contrario.
Voy a referirme al programa de Melómanos y Coleccionistas del presente año en la Feria de Cali, que demuestra como los habitantes de El Valle, y departamentos aledaños, tienen una concepción de club para el disfrute de la música, dejando de lado el ego, que es lo característico entre nuestros mal llamados coleccionistas.
Además se ha generado un movimiento que involucra los niños como verdaderos herederos del conocimiento musical y como es de esperarse Cali, será siendo la Capital Mundial de la Salsa, porque es una marca de ciudad y todo el esfuerzo gubernamental y privado se dirige en un solo sentido y con objetivos muy claros.

El programa de Melómanos y Coleccionistas comenzó con audiciones en los parques de Cali, organizado por Gary Domínguez y otros amigos, quienes consideraron fundamental sacar la música (salsa) de discotecas, viojetecas y estaderos para un público más amplio y con un rango de edad mayor al que se necesitaba para ir a los establecimientos donde se expendía licor.
Posteriormente se incorporó alrededor de 1980, el componente cultural, para complementar lo que se presentaba en las audiciones, esto permitió enriquecer el evento, siendo ya parte fundamental de la Feria de Cali.
En los últimos años, sobre todo después de la pandemia del Covid 19, se instauró el segmento de los Melomanitos, que programaban los discos que había aprendido a conocer por sus padres en los equipos de sonido de sus hogares. Esto despertó no solo la admiración del publico que veía niños hablando con propiedad de músicos, ritmos y sellos disqueros, y a la par de los mayores de crearon grupos de cofradía para fortalecer el conocimiento y generar una identidad que permitiera una sana emulación entre ellos.
Capitulo aparte esta el de las escuelas de salsa, que se ha desarrollando en todos los barrios de Cali, llegando a la suma reconocida por las secretaría de cultura de esa ciudad de 127 escuelas reconocidas en aproximadamente 5 000 bailarines activos, de los cuales unos 1 250 son de alto nivel y representan a Colombia en grandes certámenes, sobre todo en los concursos internacionales de salsa.
Como puede verse, hay una cultura y una política culturar con relación a la salsa, es algo que se ha venido construyendo año tras años y ha tenido altos y bajos, controversias, disensos y deserciones pero al final todos empujan en la misma dirección.
Lo importante del encuentro de Melómanos y Coleccionistas es que es temático, este año, su 34 aniversario, abrió el espacio a DJ de los 5 continentes quienes programaran durante una hora su música, es decir mostraran su gusto y conocimiento sobre la música afrolatina.
Los Invitados locales, regionales, nacionales e internacionales, se programan a partir de las de la tarde, desde el 26 hasta el 30 de diciembre en tandas de una hora por grupos, con esta dinámica cada participante tiene la oportunidad de presentar tres temas, dentro de la temática escogida. Este año es como sigue: 26 de diciembre “Homenaje a la Salsa Colombiana”, allí nos representa Nelson García director de La Troja Radio. 27 de diciembre “Día Internacional de las Mujeres en la Música Afrolatina”, allí estará Nelson Cantillo, conocida como Tacones Salseros en las redes sociales. 28 de diciembre “I Festival Internacional del Bolero Feria de Cali”, no hay representación nuestra. 29 de diciembre “Día de la música cubana, 100 años del trío Matamoros”, nos representa Manuel Enrique Esmeral, que es la persona de Barranquilla que mayor número de veces han invitado a este evento. 30 de diciembre “Homenaje a la salsa en el nuevo milenio”, nuevamente te estará Nelson García representado la ciudad.
Paralelamente hay conversatorios con músicos, compositores, proyección de documentales, lanzamiento de libros y un, mercado abierto a toda la parafernalia de los discos y el coleccionismo musical.

En contraste en Barranquilla pululan los sabios de papel, los coleccionistas de discos prestados y los eventos sin pies ni cabeza, que tratan de proyectar una cultura musical, melómana y de colección que circunscribe siempre a los lugares comunes de “un tema semicomercial”, “un tema verbenero”, “un tema africano”, “un tema cubano duro”, o la expresión “exclusivo” o “que no haya sonado”, etc.
Esto es un remedo de los eventos que comenzó organizando la Asociación de Coleccionistas de Música Afrocaribe, cuya primera versión se realizó un 12 de julio de 1992, en la sede del Rancho Currambero, de Robinson Albor, ubicado en la carrera 24. Ese día el cuadro de honor fue el siguiente: Ganador, Gilberto Marenco Better; Segundo puesto, Idelfonso Vivero y tercer puesto Orielo Alarcón.
Esto sirvió para que el 21 de noviembre de 1992, se creara en el teatro Amira de la Rosa La Asociación Colombiana de Coleccionistas de Mpusica Afrocaribe.
Posteriormente apareció la Asociación de Discotecas Profesional de Música Salsa, “Adisporsalsa”, cuya presidente por 10 años fue Oscar Pájaro.
La decadencia de estos encuentros se dio porque empezaron a competir coleccionistas, melómanos y estaderos, y muchas veces eran sus Djs los que se lanzaban, y como había vendedores de discos entre los jurados, se empezó a dañar el asunto por la manipulación y manoseo, que llevo a que muchas veces los ganadores no fueran los mejores, sino los que había cuadrado a algún jurado.
Por eso es que dichos concursos han perdido su atractivo, sobre todo por falta de jurados idóneos. Además existe una falta de investigación entre quienes posan de ser grandes coleccionistas, ni siquiera tienen el criterio para determinar que coleccionan y porqué.
Lo único significativo es el precio exagerado de la pieza lo que la encumbra con el valor de algo fuera de serie.
La diferencia entre una comunidad que se identifica con un mismo gusto, está en la organización de sus miembros, lo que permitirá una investigación coherente y una transmisión de conocimiento efectiva para las nuevas generaciones.
Otro aspecto que ha distorsionado la tradición musical en Barranquilla es la irrupción descontrolada de temas africanos, que han generado un Ghetto entre los jóvenes que son ahora los que comandan los llamados turbos, en la misma línea se han plegado los picó tradicionales, haciendo un culto exagerado a muchas producción es africanas de dudosa calidad.
En el gremio de los estaderos, de los que arruman discos, de los llamados melómanos de bordillo, la tendencia la marcan quienes ponen muchas veces, prestados o birlados de otras plataformas “joyas musicales exclusivas” generalmente discos cubanos de sellos privados que no trascendieron en su momento, cuando salieron a la luz hace más de 60 años.
Manuel Henriquez Esmeral, conocido como el musicólogo del Caribe y con quien realizo desde hace más de 4 años el programa “Nadie se Salva de la Rumba”, trata de hacer una labor pedagógica cuando lo invitan a encuentros y homenajes en algún estadero de la ciudad. Es decir habla de los temas, del autor, del ritmo, de la agrupación y muchas veces algunos presentes se molestan porque explica el sentido de su propuesta musical. Eso le ha generado algunas controversias, desencuentros y envidias, porque además del conocimiento que tiene, maneja una memoria prodigiosa que le permite recordar fácilmente fecha, ciudades, situaciones, miembros de orquestas y lo respalda con una de las discotecas más completas de música afrocaribe que existe en Barranquilla. Además es el culpable de la cubanización de los actuales encuentros en donde es más importante un cubano de 45 rpm, de una orquesta desconocida, que un clásico en Long Play.
Yo le he dicho que hacer esa labor pedagógica, cuando se presentan en estaderos o virtualmente, no tiene sentido. Nadie que se está tomando una fría, o un aguardiente, o un whisky le interesa cierto tipo de información que trasmite quien está programando, porque el sitio de la rumba son los estaderos y de la academia la universidad o las bibliotecas.
Para eso se debe recurrir a espacios privados, en donde se escuche, analice y se pondere o critique la música que se programe, inclusive, aclarar dudas, calificar o establecer audiciones con una temática clara para que los asistentes sepan lo que van escuchar y su correspondiente temática.
A Barranquilla más que las ganas de la gente de estar en la onda salsera, les gana la tromba del carnaval, que ya hizo desaparecer la navidad en nuestro patio desde hace ya un quinquenio.
Como puede observarse en la programación de Melomanos y Coleccionistas de este año los invitados aparecen en colores y los grupos participantes en negro. Hagan cuenta y comparen con lo que sucede en nuestro medio.
Aquí solo existen personas, más no grupos, que se mueven muchas veces entre la vanidad, los falsos conceptos, los egos inflados y eventos organizados a la machota que no van a ninguna parte.
Ahora quiero dejar claro que existen personas como Carlos Mayans, Acodemur, Pedro Zambrano, Nelson García, entre otros, que ha tratado de plantear una línea de acción diferente, pero como dice la canción de Ismael Miranda “La cosa no es como antes”.
La cosa no es como antes.
Antes la vida era buena
Y todos vivíamos juntos,
¡ay! pero ha llegado el momento
Que hay que cambiar el asunto,
La cosa no es como antes.
¡Ay! la cosa no es como antes
¡Ay! la envidia y la maldad
Si nos siguen por delante
Con nosotros va acabar,
La cosa no es como antes.
La cosa no es como antes
Tenemos que usar la mente
Y toditos de a manos
Buscar amor y la paz
Y vivamos como hermanos.
La cosa no es como antes
¡Ay! la cosa no es como antes